sábado, 1 de septiembre de 2012

Una buena relación entre hermanos





La comunicación es uno de los factores principales para la unión familiar y más cuando se habla de la comunicación entre hermanos. Entendiendo que estos muchas veces son rivales, confidentes, cómplices o enemigos.

La relación entre hermanos, según muchos psicólogos, pueden ser las más gratificantes que se desarrollan durante la vida, a pesar de su complejidad y de los obstáculos que se tengan que enfrentar. De ahí la importancia de los padres a la hora de ayudar a los hermanos a solucionar sus dificultades.

Si tenemos en cuenta que cada hijo tiene sus propios gustos, virtudes y defectos, y que por lo tanto tiene una manera particular de ver el mundo, estamos entendiendo que un hijo no es sólo un hijo sino que también es un hermano para sus hermanos. Por ello es importante empezar a sembrar el amor entre los hermanos.

Es normal que los hermanos no siempre sean corteses y amables entre ellos, pues, debemos tener en cuenta que cada hijo tiene sus propios gustos, virtudes y defectos, y que por lo tanto cada uno tiene una manera particular de ver el mundo.

Generalmente la rivalidad entre hermanos sobreviene por los diferentes tratos que los padres dan a sus hijos. Al proteger más a unos que a otros y a veces no ocultando preferencia que sienten más por uno que por otro, lo hijos lo notan y empiezan a nacer o a consolidarse los roces entre ellos.

La cuestión no es ser buenos o malos padres, sino mantener vínculos afectivos con todos los hijos, sin desigualdades o desequilibrios. El problema es cuando se presentan las peleas entre ellos y pueden herirse para toda la vida.

Otros factores que afectan la rivalidad son la incompatibilidad de personalidades, la posición que cada uno asume cuando se presentan problemas familiares, celos, entre otros.

Los padres pueden realizar un sondeo entre los hijos para ver como están las relaciones entre hermanos, e incluso ayudar a que los hijos reflexionen sobre la importancia de tener un hermano o hermana.

Para fomentar la comunicación:

* Delegar a los hijos determinados cargos.
* Hacerles partícipes de un esfuerzo en común.
* No entrometerse cuando discuten, sino dejar que arreglen sus propias diferencias.
* Fomentar responsabilidad unos por otros.

Para tener en cuenta:

Los hermanos no tienen que llevarse bien por la fuerza, pero si mantener una buena comunicación para que así toda la familia pueda estar bien. Es importante reflexionar cómo están mis sentimientos con cada uno de mis hermanos, a partir de ahí debemos ser positivos, perdonar y olvidar los errores propios y ajenos.

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